La Arquitectura como Aliada en Ambientes de Trabajo Inclusivos para Personas con Neurodivergencia

10/14/20243 min read

En un mundo donde la diversidad en los lugares de trabajo se reconoce cada vez más, surge una nueva conversación sobre cómo diseñar espacios laborales que no solo sean funcionales, sino que también fomenten el bienestar de todos los empleados. Las personas con neurodivergencia, que incluyen condiciones como el TDAH, el autismo, la dislexia, entre otras, pueden enfrentar desafíos particulares en los entornos tradicionales de oficina. Aquí es donde entra en juego la arquitectura consciente y adaptativa, que tiene el poder de transformar esos espacios en entornos inclusivos y productivos.

¿Qué es la Neurodivergencia?

La neurodivergencia se refiere a la variación natural del cerebro y de los procesos cognitivos que no se ajustan a las normas establecidas. Las personas neurodivergentes perciben, procesan y experimentan el mundo de maneras únicas, lo que puede traer tanto fortalezas como desafíos en un ambiente de oficina.

Por ejemplo, las personas con TDAH pueden ser más sensibles al ruido, mientras que aquellas en el espectro autista pueden beneficiarse de entornos con menor estimulación sensorial. En ambos casos, un diseño arquitectónico adecuado puede hacer la diferencia entre un entorno abrumador o uno donde florezca la creatividad y la concentración.

Cómo la Arquitectura Beneficia a las Personas con Neurodivergencia

  1. Control de Estímulos Sensoriales
    La sobrecarga sensorial es un problema común para muchas personas neurodivergentes. Ruido, iluminación intensa o mal distribuida, y espacios visualmente caóticos pueden aumentar los niveles de estrés y disminuir la productividad. El diseño arquitectónico puede mitigar estos problemas mediante:

    • Espacios acústicamente adaptados: la utilización de materiales que absorben el sonido o la inclusión de espacios insonorizados para trabajar en silencio.

    • Iluminación natural: la incorporación de ventanas grandes y cortinas ajustables para controlar la luz natural, evitando el uso de luces fluorescentes que suelen ser molestas para algunas personas.

    • Estímulos visuales controlados: diseño minimalista en colores y texturas, evitando la saturación sensorial.

  2. Espacios Flexibles y Personalizables
    Cada persona es diferente, y esto aplica también para las necesidades de quienes tienen neurodivergencia. Un entorno de trabajo ideal es aquel que permite flexibilidad y personalización.

    • Estaciones de trabajo variables: ofrecer áreas tanto abiertas como cerradas, para que cada persona pueda elegir el ambiente que mejor se adapte a su forma de trabajo ese día.

    • Mobiliario móvil y ajustable: escritorios que pueden adaptarse en altura, sillas ergonómicas y otros elementos personalizables que brinden comodidad.

  3. Diseño Biofílico
    Incorporar elementos naturales dentro del espacio de trabajo puede ayudar a reducir el estrés, mejorar la concentración y aumentar el bienestar general. Para las personas con neurodivergencia, el diseño biofílico puede ofrecer una sensación de calma y equilibrio.

    • Plantas y áreas verdes: tener espacios con vegetación dentro de la oficina o vistas a jardines puede ser un gran alivio visual.

    • Uso de materiales naturales: la madera, piedra y otros elementos orgánicos crean una atmósfera más relajante y menos artificial.

  4. Áreas de Descanso y Recolección Sensorial
    Tener un espacio donde desconectar y recargar es esencial para cualquier persona, pero especialmente para aquellos con neurodivergencia, que pueden requerir momentos de descanso para regular su sistema nervioso.

    • Zonas de descanso sensorial: áreas donde la iluminación y los sonidos son suaves, con sillones o pufs donde los empleados puedan relajarse y recargar energías.

    • Espacios de meditación o mindfulness: incluir salas tranquilas donde los empleados puedan practicar técnicas de relajación.

  5. Tecnología Integrada para Adaptaciones
    La arquitectura moderna puede incorporar tecnología que ayude a las personas neurodivergentes a sentirse más cómodas en el espacio de trabajo. Esto incluye:

    • Sistemas de control de iluminación y sonido: que permitan ajustar la intensidad de la luz o la música ambiental según las necesidades individuales.

    • Aplicaciones para la reserva de espacios tranquilos: que faciliten el acceso a áreas de concentración cuando las personas necesiten un respiro del ajetreo diario.

Conclusión

Diseñar espacios de trabajo que tengan en cuenta las necesidades de las personas con neuro divergencia no solo es una cuestión de inclusión, sino también de productividad y bienestar. La arquitectura tiene el poder de crear entornos que favorezcan el equilibrio sensorial, ofrezcan flexibilidad y promuevan el bienestar de todos los empleados, independientemente de cómo funcionen sus cerebros.

Al final, un entorno de trabajo bien diseñado es aquel en el que todos pueden prosperar.